viernes, 8 de octubre de 2010

Abdón Ubidia: La Escala Humana




















“Entonces vi al centauro, poderoso, rápido, imperial. Iba solo por el centro de la calle. Se alejo sin mirar mi columna. Dos cuadras más allá se encontró con otro como él, saludó con una venia y prosiguió su camino hacia la parte alta de la ciudad en donde los centauros tienen sus desmesuradas casas y en donde también, por una paga miserable, hay humanos que se prestan a tirar, como bestias, los enormes trineos que los transportan.”


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