“Del trabajo en la Casa I, el proyecto Cannaregio fue reconsiderado y versiones escaladas de la casa fueron ubicadas en la matriz de vacíos. Se produjeron tres escalas diferentes de la casa, lo cual cuestiona la idea de llamarlas ‘casa’. Cada escala tenía la capacidad de ser habitada por la siguiente escala más grande, como una serie de muñecas rusas. La escala más pequeña fue, en efecto, una maqueta de la Casa I. La siguiente fue el tamaño real de la casa, con la maqueta dentro de ella. Ya no se trataba de una casa sino de un museo que contenía el modelo de una casa. La siguiente escala era más grande que la casa real, y tenía adentro tanto la casa real como el modelo de la misma. Acaso, se trataba de un museo de casas? Estas tres diferentes escalas hicieron imposible decir cuál era la escala apropiada, o verdadera. También fue imposible nombrar los objetos y, por tanto, relacionar forma y función.”
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